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DAVE CHAPPELLE: THE BIRD REVELATION (2017) – Transcripción completa

Original English transcript here

[Dave Chappelle] A veces, decir algo gracioso es cruel. ¿Me entienden? Es difícil estar en esa situación. Yo digo muchas cosas crueles, pero deben recordar que mi intención no es ser cruel. Solo lo digo porque es gracioso. Y todo es gracioso hasta que nos sucede a nosotros.

[“Revelations”] ♪ Revelation ♪ -Don’t stop. Keep on… – ♪ Sunshine ♪ ♪ Ecstatic ♪ ♪ Flaco ♪ ♪ Boogieman ♪ ♪ I’m standing in the sun Getting black as I want ♪ ♪ You playing good D And that ain’t backing me up ♪ ♪ Sky woke a baby Ain’t no jackin’ my hem ♪ ♪ I got a whole lot to say So I ain’t talking to them ♪ ♪ I hear knees dropping I turn it up louder ♪ ♪ Black freedom, black genius Black power ♪ ♪ Black ink For printing the black dollar ♪ ♪ Until I CIA ♪ ♪ I say, “Now what?” ♪

Bueno, es el último espectáculo. Aquí estamos. En Los Ángeles. Es la capital mundial de la violación y el aliento a pene. ¿Qué mierda ocurrió aquí? Y empeora, aunque no lo crean posible. Hoy suspendieron a Charlie Rose. Las noticias de mañana no serán muy interesantes. Charlie Rose. ¿Quién sigue? ¿El Captain Kangaroo?

Todo el mundo viola como pan caliente. Empiezo a preocuparme. Estoy hace 30 años en el mundo del espectáculo. No sabía que corría tanto peligro. Da muchísimo miedo. Debo decirles algo. Harvey Weinstein fue el primero que, con solo una foto, me hizo pensar: “Sí, es violador”. No creo que tenga elección. No es apuesto. Le sobra mucha carne y piel en la cara. Es feo, pero ¿saben qué es lo triste? Le fue tan bien en la vida que de seguro no sabe que es feo. Cuando eres apuesto, todos te lo dicen. “Te ves increíble. Eres muy apuesto”. Cuando eres feo… …debes darte cuenta tú solo. Debes atar los cabos. ¿Por qué no me dejan entrar en el club si me vestí bien?
Si Brad Pitt hiciera algo así, nadie se enteraría. La chica volvería diciendo: “Conseguí el papel”.

Aun así es importante que les reconozca algo a las damas. Tienen la razón por completo. Lo dije. Todos debemos ser conscientes de esto, porque podría sucederle a cualquiera, también a mí. Me lo imagino. Me imagino que llego a las 3 a. m. a una reunión con el Sr. Weinstein. “Hola, Harvey. Recibí tu mensaje. Vine a hablar del guion. Es difícil leer a la luz de las velas, pero puedo intentarlo”. Parece una puta pesadilla. ¿Se lo imaginan? ¿Se imaginan ir a una reunión laboral y que un hijo de puta les muestre el pene? ¿En el medio de la reunión? ¡Por favor! “Por Dios, es el comportamiento menos profesional que vi en la vida”. “Déjame acabar, Dave Chappelle. Aparecerás en las tres de El Señor de los anillos“. “Apresúrate. Tengo otras reuniones. Veo a Brett Ratner en su casa a las 4:30 a.m. Creo que es una prueba de vestuario”.

La situación es muy mala, ¿no? Kevin Spacey va por la vida agarrando a hombres de la vagina. Ni sabía que eso era posible. Por Dios santo. Está el caso del actor de Star Trek: The Next Generation. La última vez parecía que era más que eso, pero él fue quien lo inició. Tenía 14 años, y Kevin Spacey lo abordó en una fiesta. Por cierto, debo decir que fui a muchas fiestas de joven. Nunca fui a ninguna fiesta buena en donde hubiera niños de 14. Ni siquiera cuando tenía 13 años. ¿Me entienden? ¿Quién quiere juntarse con tipos que comen goma de mascar? “Lo estoy pasando bien”. Irónicamente el niño resultó ser gay de grande. Eso significa que Kevin Spacey lo huele como perro de caza. “Sí, es como yo”. No es por culpar a la víctima, pero es el típico problema en el que se mete un niño gay de 14 años. Sé que no sonó bien, pero es cierto. ¿Saben por qué lo digo? Porque fui a una escuela de arte, y todos eran gais. En la secundaria, todos eran gais. Los gais son mucho más maduros que el resto. No sabíamos por qué. Solo sabíamos que eran maduros. ¿Alguna vez vieron almorzar a un gay? Se sientan con postura perfecta. Comen con responsabilidad. Luego sacan un termo. Uno piensa: “¿Qué mierda es eso? ¿Está almorzando con vino?”. No sabíamos qué era. Éramos pequeños. Intentábamos descifrar quién éramos. No sabíamos que los gais luchaban por ser quien ya sabían que eran. Es impresionante. Los niños gais son intrépidos. No le tienen miedo a nada. Jamás vi a un gay asustado. ¿Qué clase de hombre no tiene miedo? Si estuvieran en medio de un secuestro, los gais igual dirían: “Tengo sed. Tengo sed, David. Necesito algo de beber. Entonces, mátame. Prefiero morir antes que deshidratarme. Tengo sed. Necesito agua”.
Fuera de los chistes… Spacey no debería haberle hecho eso a un niño. Tenía 14 años, y Spacey lo obligó a cargar con el secreto de un adulto durante 30 años. Debe de haber estado por estallar con esa información. Lo más triste es que, si lo hubiera ocultado durante seis meses más, me enteraría de cómo termina House of Cards.

Sí, señoras y señoras, son épocas… Son épocas muy oscuras. Según The New York Times, Louis C. K. acabó en su propio estómago. Yo también me masturbé mucho de joven, pero nunca salí en las noticias. Fue un asco, pero no lo contaron como yo. No usaron la palabra “acabar”. Lo dijeron con su estilo típico, digno de un Premio Pulitzer. Son muy descriptivos. ¿Saben de qué hablo? “El semen de Louis C. K. salió despedido como un volcán de misoginia, se derramó lentamente como lava, cubriéndole el pene pecoso, y goteó despacio sobre un cúmulo ardiente de pelo rojo”. Por Dios, yo quería comer unos huevos rancheros y ahora… Lo más difícil de ser comediante es que conozco a esos tipos. Todos me preguntan: “¿Lo sabías? ¿Sabías lo que hacía Louis?”. No. No lo sabía. ¿De qué mierda creen que hablamos? “¿Qué tal el fin de semana?”. “Excelente. Me masturbé frente a otros. Acabé en mi propio estómago. Lo pasé bien. Sabes cómo es la cosa”. No lo sabía. Se piensan que es como Grease. Cuéntame más ¿Ella se resistió? Perdón. No sé la coreografía, pero ya me entienden. Me entienden bien. Fue muy intenso.

Lo de Louis fue un momento decisivo. Todas las acusaciones son terribles, pero la de Louis… No debería decirlo, pero a la mierda. Su acusación fue con la única que me reí. Piénsenlo. Todos sus amigos lo leyeron. Él se masturba y sorprende a la gente. Me imagino a todos los comediantes leyendo el artículo y diciendo: “¿Qué?”. Es terrible. Lo sé. Perdón, mujeres. Sí, tienen razón. Pero, al mismo tiempo, ustedes me entienden. Por Dios, le quitaron todo a Louis. Puede que sea desproporcionado. No me doy cuenta. No sé. Por esto es difícil ser hombre. Una mujer dijo: “Que Louis C. K. se masturbara frente a mí me arruinó mis sueños“. ¿En serio? Señora, me atrevería a decir que nunca tuvo ningún sueño. Vamos. Qué espíritu más frágil. Tiene el espíritu muy frágil. Decir eso es demasiado. Hablamos de una mujer adulta. ¿Saben a qué se parece?

Al COINTELPRO. ¿Saben qué es? Un programa del FBI durante la época de J. Edgar Hoover. Entre todas las cosas que hacían, una era investigar los hábitos sexuales de cualquiera que consideraran enemigo del estado. Por eso es que hay tantos videos de Martin Luther King cogiendo mujeres. Pero, por suerte, él realmente tenía un sueño. Imaginen si Louis se masturbara en frente de King, y él dijera: “No puedo seguir con el movimiento. Lo siento, pero la libertad de los negros deberá esperar. No sabía que este tipo me mostraría el pene y se masturbaría. Creí que nada más íbamos a beber unos tragos”.

El espectáculo es más difícil, y las mujeres parecen… Odio decirlo, pero parecen débiles. Sé que suena mal y no debo decirlo, pero una de ellas dijo: “Louis se masturbó mientras hablábamos por teléfono”. ¿Acaso no sabes colgar? ¿Cómo mierda sobrevivirás en el mundo del espectáculo si ese de veras es un obstáculo para cumplir tus sueños? Sé que Louis estuvo mal, pero se me imputa un mayor grado de responsabilidad que a estas mujeres.
No olviden quién soy. Y no olviden qué soy. Soy negro. Y nunca olviden cómo llegué aquí. Mis ancestros fueron secuestrados. No sé de dónde mierda soy. Los transportaron en barcos al otro lado del Atlántico. Muchos murieron. Solo los más fuertes sobrevivieron. Cuando mi pueblo llegó aquí, les quitaron la humanidad a los golpes. Nos obligaron a hacer su trabajo, como bestias de carga. Lo irónico es que, años después, nos llaman vagos. Luchamos en la Guerra Civil. Fuimos para liberarnos. Con la reconstrucción, a los negros les fue bien. Mi bisabuelo era muy adinerado. Pero luego llegó el código negro. Llegaron las leyes de Jim Crow, y hubo cien años más de opresión. Hubo linchamientos y ataques terroristas para mantenernos al margen. Igual seguimos peleando. Nació el Dr. King. Y luego todo mejoró. A 20 años del asesinato del Dr. King, Micahel Jackson bailaba en la televisión. Y años más tarde, Barack Obama. Donald Trump. Ahora estamos todos aquí. Fue una pesadilla de 400 años.

Tardamos 400 años en darnos cuenta, como pueblo, que todo este tiempo la debilidad de los blancos fue que nos arrodilláramos durante el himno. Qué espíritu más frágil. Así es. Y el rojo fulgor de cohetes… “¿Qué haces, negro? Levántate”. Hasta el vicepresidente se involucró. Mike Pence fue personalmente al estadio. “Los negros se pondrán de pie cuando me vean”. Los jugadores alzaron la vista y vieron a Pence: “¿Es Mike Pence? Vamos. Todos juntos. Toma esto”. Plan frustrado. Espíritu frágil. Podría matar a todos los blancos juntos. ¿Saben cómo? Esperaría al Super Bowl. Justo cuando empiece el himno, le pediría a O. J. Simpson que entrara en la cancha con sus problemas de rodilla. “¿O. J. Simpson salió a la cancha? ¿Qué mierda hace? ¡Ya sé qué hará! ¡Deténganlo!”.

Oigan, compórtense como hombres. No quiero ser irrespetuoso. Sé que les molesta lo que digo. Sé que tienen razón, pero, vamos, soy yo. En un momento, tuve la razón. ¿Lo recuerdan? ¿Recuerdan cuando desaparecí doce años del mundo del espectáculo? Renuncié a un programa muy popular. Rechacé 50 millones de dólares. Fue mucho más difícil que rechazar el pene pecoso de Louis. No sabía si volvería a trabajar. Pero aquí estoy esta noche. Volví a cumplir mi sueño. Recuerdo esa mierda. ¿Recuerdan cuando me fui y dije: “Hollywood está enfermo”? Dijeron que estaba drogado. Recuerdo que me llamaron loco. Así que tienen razón, mujeres. Felicitaciones. Disfrútenlo. Acaban por ustedes. Acaban por ustedes. Cuando es uno solo, es incómodo. ¿Saben quién es el que está más incómodo? El que está en lo cierto. Una vez estuve en una orgía, y nadie me cogió. Caminé por el lugar observando, como Tom Cruise. Y arruiné la orgía sin querer. Arruinar una orgía es más fácil de lo que creen. Solo deben esperar a que se haga silencio y decir: “Qué asco”.

Me siento mal. Siento que todo esto ocurre por un motivo. Quiero que ganen la pelea, mujeres. Hace 10 años, me habría asustado, pero ahora tengo una hija. Si ganan, ella gana. Así que las aliento. Estoy de acuerdo con ustedes. Al menos, en cuanto a la ideología. No sé si el modo es el correcto, pero ¿quién soy yo para opinar? No creo que estén equivocadas, pero tampoco creo que así alcancen una paz duradera. Asustaron a los tipos malos. Eso es bueno, pero, en cuanto dejen de tener miedo, la situación será peor que antes. Con el miedo no se llega a una paz duradera. Pregúntenles a los negros. Es así. Lo que esta cuidad necesita… Y no lo digo irónicamente. La cura para Los Ángeles está en Sudáfrica. Ustedes necesitan reconciliarse los unos con los otros. El fin del apartheid debería haber sido un baño de sangre, según cualquier medida de la historia humana, pero no lo fue. El único motivo por el cual no fue así fue que Desmond Tutu, Mandela y los demás entendieron que, si el sistema es corrupto, las personas que se adhieren a él y a las que incentiva ese sistema no son delincuentes, sino víctimas, y que el mismo sistema debe ser juzgado. Pero como el sistema está muy dividido en cuanto a la información, la única manera de averiguar cuál es el sistema es que todos digan lo que hicieron. Digan cómo participaron. Muchos quieren ayudar, pero tienen miedo. Ben Affleck quiso ayudar. “Esas mujeres vivieron algo horrible”. “Tú tocaste una teta en 1995”. “Bueno. Me largo. Así no se puede”.

Yo quiero ayudar. Quiero ser un buen tipo. Ya ni puedo decir: “Yo también”. El otro día me dijeron: “Voy al club, Dave”. “Yo iré al club al igual que tú”. No me di cuenta cuándo ocurrió, pero me convertí en feminista en las últimas tres semanas, porque no puedo ver porno. A veces, miro porno, pero no puedo hacer clic en los videos con ciertos títulos. “Un tipo le mete en el culo a una chica su dura…”. No puedo hacer clic. Vamos. Quiero un video que pueda ver. “Una enana se la chupa a unos tipos…”. Pienso: “Mujer pequeña”. Tardo horas en encontrar un video. ¿Qué mierda es esto? “Una feminista poco arreglada disfruta de sexo consentido con un tipo un poco homosexual que tiene el pene de mi mismo color”. Clic. Notarán que no muchos negros reciben acusaciones. Toco madera. ¿Saben por qué? Es obvio que las negras pasan por el mismo acoso, ¿no? El motivo es que las negras, luego de la esclavitud, no nos acusan. Porque saben que, por más malos que seamos los negros, los blancos son muy crueles. Temen ver cómo nos castigan. Mi mujer es asiática. Me acusaría sin dudarlo. En la casa de Chappelle, no se jode.

Lo peor es que vivo en la tierra de Trump. Vivo entre los blancos con antorchas tiki, los pobres. Y soy rico. Si llega la hora de cazar con horquillas, tendré muchos problemas. En mi familia, nadie me cree. Intenté convencer a mis hijos de hacer simulacros, pero ellos dicen que son estúpidos. “Lo siento, hijo. Debes hacerlo. Si aparecen blancos con antorchas, ¿qué deben hacer?”. “Por favor, papá”. “Pregunté: ¿Qué deben hacer?”. “Entrecerrar los ojos y acercarnos a mamá”. “Muy bien. ¿Y qué deben traerme?”. “Tu arma y tu uniforme de encargado”. “Así es. Y yo saldré a preguntar qué quieren”. Es difícil. ¿De dónde eres? ¿De dónde? – Nueva York. – ¿De dónde? ¿Manhattan? – Brooklyn. – De Brooklyn. Por supuesto. Tienes aspecto de poder salir a robar con un martillo. Los tipos de Brooklyn roban con objetos domésticos. “Me apuñalaron con un cepillo de dientes. El tipo debe de ser de Brooklyn”.

Es una broma. Así es. Las mujeres tenían razón. Para ser sincero, ser mujer debe de ser aterrador. Sí. No sé nada de ser mujer, pero conozco el miedo. Vivía en Nueva York a los 17 años. No tenía dinero. ¿Cómo lo conseguía? Hacía espectáculos para narcotraficantes que querían lavar dinero. Un día di un espectáculo muy bueno y me pidieron que los viera. Me dieron $25 000 en efectivo. Debía de tener 18 años. Tenía miedo. Agradecí efusivamente y metí el dinero en el bolso. Me subí al metro, en dirección a Brooklyn, a la una de la mañana. Nunca había tenido tanto miedo en la vida, porque nunca había tenido algo que otro podría querer. Pensé: “Por Dios, si la gente supiera cuánto dinero llevo, me matarían para robármelo”. Luego pensé: “Por Dios santo. ¿Y si llevara una vagina conmigo todo el tiempo?”. Las mujeres deben lidiar con eso. Les diré algo… Lo digo en serio. Si esos traficantes me dieran una vagina y tuviera que llevarla a Brooklyn, les diría: “No puedo aceptarla”.

Siento empatía por ellas. Todos se enojan porque digo estos chistes, pero deben entender que es el mejor momento para decirlos. Ahora más que nunca. Sé que hay comediantes presentes. Tienen la responsabilidad de hablar con imprudencia. Si no, mis hijos jamás sabrán lo que significa hablar con imprudencia. Es la dicha de estar equivocado. No vine aquí a estar en lo correcto. Solo vine a bromear. Ahora hace más calor, ¿no? Me pregunto de dónde salió el calor. Me pregunto qué me ocurrió. ¿Adónde me fui durante 12 años si nadie me violó? Quizá ocurrió otra cosa. Quizá estas violaciones no son lo peor. ¿No sería increíble? Puedes ir al baño, Brooklyn. No es necesario que escuches esto. ¿Vieron a ese tipo? Está bajo mucha presión. Es así. Es grandote, negro y tiene un peinado que lo hace sospechoso de cualquier cosa. Excepto de delitos de cuello blanco.

A veces quiero hablar de eso, pero ustedes no querrán saberlo. Me fui mucho tiempo. Estuve en “el otro lado”. Hoy en día, da miedo ser blanco, ¿no? Un poco, ¿no? Bueno, a ti no te acusarán. Me entiendes. A los negros, nos resulta raro ver a los blancos pasar por algo así porque nosotros siempre lo vivimos. Todos mis héroes fueron asesinados por el gobierno o son agresores sexuales. Es triste. Lo sé. Ya lo vivimos.
Como con Michael Jackson. ¿Recuerdan lo que decían de él? Jamás demostraron nada hasta su muerte, pero dijeron que había hecho cosas atroces. Vi un documental en el que hablaban de todo lo que Jackson supuestamente había hecho. Mientras enumeraban las acusaciones, mostraban fotos de su casa, el rancho Neverland. ¿Alguna vez vieron la casa de Jackson en la tele? Para resumir, los chicos tienen muchas cosas para hacer en esa casa. Vi toda la casa. Había animales exóticos, ruedas de la fortuna y carruseles. Cuanto más mostraban, más seguro estaba de algo: “No creo que Michael Jackson haya hecho las cosas de las que lo acusan”. Su casa no parecía sexual. Parecía… …que estaba presumiendo. No parecía querer cogerse a los niños, sino impresionarlos. Era como el Jay-Z de los niños. Iba por la casa diciendo: “Esta es mi máquina de algodón de azúcar. Fabrica tres toneladas por día. Coman todo el algodón que quieran. Este armario está repleto de zapatillas de karate. ¿No es increíble? ¿Le pido a mi mono que traiga más pastelitos? Oigan, miremos una película. ¿Cuál quieren ver? ¿Mi pobre angelito? No toques el reproductor de DVD. Aquí está Macaulay Culkin. La actuará. Vamos, Macaulay. Actúa la película para mis invitados”. Y los chicos decían: “Vaya, no es mal tipo, señor. Qué bien. Teníamos una impresión equivocada de usted”. “¿Una impresión equivocada? ¿Qué quieres decir?”. “Bueno, ya sabe. Pensábamos que haría lo normal. Creíamos que nos haría pasar, nos daría alcohol y nos chuparía el pene”. “¿Qué? ¿Chuparles el pene? Qué asco, maricas. No quería chuparles el pene. Quería mostrarles una vida mejor. Bubbles, echa a estos chicos de mi casa. Son como todos los demás”. Hollywood no es el lugar indicado para el absolutismo moral. ¿Saben de qué hablo? No debemos olvidar… …que R. Kelly orinó a una niña de 15 años. Y también escribió “I believe I can fly”. Fue el mismo tipo durante la misma vida. Si les mostrara el video en el que orina a la chica y pusiera “I believe I can fly” de fondo, estarían en un dilema. ♪ Solía pensar que no podía seguir ♪ No sabrían cómo sentirse. ♪ Si puedo verlo ♪ Todo bien. Mi carrera terminó hace muchos años. Orden.

Sé que soy terrible. Lo siento mucho. Perdón. ¿Quieren saber qué me ocurrió? Es tentador, pero no quiero hablar del tema. Quizá al final. Cuando me quede sin temas de conversación. De hecho, ya casi me quedé sin temas. Solo intento contarles que lo que me sucedió no fue… No pasé un buen momento. No sé qué creen que sucede cuando alguien renuncia a un programa exitoso, pero no te dicen: “Suerte en tus próximos proyectos”. Eso no sucede. Lo pasé mal. Tuve que presenciar cómo todo seguía sin mí. Vi a muchos hacer mi programa. Key & Peele . Amy Schumer.  Mind of Mencia. Bueno, no hacían mi programa, pero había muchas similitudes. Estaba enojado. De vez en cuando, alguien se me acercaba en la calle… La mayoría me creía loco, pero algunos me decían: “Hiciste lo correcto. Eres mi héroe”. “No quiero ser tu héroe. Quiero ser rico”. Nunca elijan ser héroes, porque los héroes tienen una muerte violenta. Yo quería ser como Paul Revere. Solo necesitaba un momento heroico. ¿Me entienden? La cabalgata de Paul Revere solo duró una noche. Y luego estuvo 40 años diciendo: “¿Recuerdan esa noche que todos dormían, menos yo, y nos atacaron los británicos? Qué bueno que yo estaba despierto o todos estarían muertos”.

Por eso quiero empezar una colecta para Colin Kaepernick. En serio. Me fascina. No quiero que necesite volver a jugar fútbol. Que juegue si quiere, pero que no tenga la necesidad. ¿Por qué no hacerlo? Sé que es rico, así que nadie querrá donarle dinero, pero deberían. Deberían porque ese tipo tenía una vida genial. Tiene la piel tan clara, que ni pasa por negro. Sin embargo, se arrodilló por nosotros durante el himno. Pensó en nosotros cuando la vida le sonreía y ganaba bien. No pensó en nada, ni en su sustento, y lo privaron de él. No debería ser así.
Cualquiera que defiende a otro siempre recibe una paliza, mientras nosotros miramos. Miramos cómo sucede una y otra vez. Deberíamos pagarles por tomar medidas, porque ellos mejoran nuestra vida. Podríamos cambiar la historia y lograr que uno de ellos obtenga un buen resultado por hacer lo correcto. Así otra persona tendrá la valentía de hacer lo correcto. Si lo hiciéramos, tipos como Weinstein no violarían durante 40 años porque una mujer quiere un papel de mierda.

Deberíamos ayudarnos entre nosotros, para que ocurra algo como: “¿Recuerdan cuando iba a matar a Jesús, pero luego le dieron dinero?”. Hablo en serio. No es una cuestión racial. Se trata de mejorar la sociedad. Se trata de las mujeres que hacen estas denuncias. Muchas de ellas son valientes. Pero algunas, unas pocas, chuparon penes y luego se arrepintieron.
Esa es una gran omisión. Esto no habría llegado tan lejos si ninguna hubiese aceptado. No se les puede pedir a todas que luchen. Algunas pueden cargar con más que otras. Debemos luchar por los demás. Debemos perdonar a los más débiles y apoyar a los más fuertes para solucionar el problema. Si seguimos atacando a individuos, el sistema seguirá intacto. Deben tener hombres de su lado. Les diré que tendrán muchos aliados imperfectos.

Les diré lo que ocurrió, pero no puedo ser directo. Hay un libro que, a mi parecer, condensa toda mi experiencia antes de irme del espectáculo. El libro se llama Pimp. Lo escribió un tipo llamado Iceberg Slim. Sí, tráelo. Él es Matthew. Matthew es francés y blanco. Aun así, tiene una copia original de este libro, escrito por un estadounidense negro, un proxeneta en los años cuarenta. Iceberg Slim. Su nombre verdadero era Robert Beck. Lo apodaron Iceberg porque un día hubo un tiroteo en un bar de Chicago, una bala le atravesó el sombrero, y él igual terminó su trago. Le dijeron: “Eres frío como el hielo”. Y dijo: “Me gusta esa idea”. Y le quedó el apodo.
Es un libro muy pesado. Tiene un glosario de términos de proxenetas porque sus ideas nos resultarían muy extrañas ahora. Por ejemplo… ¿Saben qué es el “kilometraje de una puta”? Claro que no. Es un concepto muy loco. Significa que el proxeneta entiende que la gente puede hacer cierta cantidad de cosas malas antes de volverse loca. Un buen proxeneta detecta el kilometraje de cualquier mujer tan solo con mirarla. “Puede soportar 500 cogidas más”. Ese es su kilometraje. Si supera esa cantidad, se volverá loca. Les hacen lo mismo a ustedes. ¿Por qué creen que la mayoría trabaja de nueve a cinco? Si fuera hasta las seis, podrían morir.
Iceberg Slim es el que explicó qué significa ser la “puta principal”. ¿Alguien sabe qué es? ¿Qué es, señor? Es la mejor de todas las prostitutas. Es la que da más dinero. Así es. Exactamente. ¿Eres negro? Sí, la puta principal es la favorita del proxeneta, hasta lo ayuda a mantener a raya a las demás prostitutas. Lo repetiré. Hasta lo ayuda a mantener a raya a las demás prostitutas. Si McDonald’s fuera el proxeneta, las papas serían la puta principal. El resto de las putas serían los sándwiches de pescado y esas mierdas.
Iceberg analiza algunos de los conceptos más fríamente capitalistas que jamás oí. Describe en detalle cómo los hombres quiebran a las mujeres para que ellas les den el dinero que ganan con la venta de su cuerpo. Aquí hay una historia tan cruda que me hace estremecer. Iceberg intenta doblegar a una mujer que le resulta incontrolable. Le pregunta cómo controlarla a una puta más vieja, y ella le responde: “Es fácil, Iceberg. Lo único que debes hacer es darle con una percha. Luego prepárale un baño y dale unas pastillas. Estará tan agradecida por tu ayuda que olvidará que tú fuiste el hijo de puta que la lastimó en primer lugar”. Ese es un relato muy cruel.

En fin. Al final del libro, Iceberg cuenta otra historia. Es el punto culminante del libro. En esa historia, su puta principal estaba por llegar al final de su kilometraje. Si podía soportar 500 cogidas, iba por la 498. Se notaba que se estaba volviendo loca. Decía cosas como: “Siempre quise trabajar en el circo”. “¿El circo? Se está volviendo loca”. “También sé hacer malabarismos”. “¿Qué?”. Debía dejarla ir. Es difícil dejar ir a una puta principal. No estaba listo. Su organización no podía darse el lujo de perderla, pero ella no lo sabía. No sabía lo importante que era. Así que se reunió con ella en una cafetería. Le dijo: “Escúchame, perra. Debemos separarnos”. “Está bien, desgraciado. No te necesito. Tengo contactos en Ringling Brothers”. “Como digas. Te tengo un último trabajo. De mucho dinero. Haz este último trabajo. Cobramos el dinero y nos despedimos”. “Está bien. ¿Qué quieres que haga?”. “En el hotel de enfrente, hay un tipo que te espera en la habitación siete. Quiero que vayas y te lo cojas. Pero antes, métele esto en su bebida. Se quedará dormido. Cuando se duerma, busca un maletín debajo de la cama y tráemelo. Ese es el trabajo. ¿Puedes hacerlo?”. “Claro que sí. Estoy ansiosa por deshacerme de ti”. Salió corriendo, se subió a un monociclo y cruzó la calle. Iceberg la miró y pensó: “Es muy buena. Si no le hubiera acabado en la cara, quizá ahora trabajaría en el circo”. La puta subió las escaleras y desapareció en la habitación. Estuvo allí dentro durante mucho tiempo, demasiado. Tardó tanto que Iceberg empezó a preocuparse, pero al rato apareció de la nada. “¿Qué ocurre? ¿Y el maletín?”. “No lo conseguí”. “¿Cómo puede ser? ¿Qué te ocurre?”. “Hice todo lo que me dijiste, pero el tipo no se veía bien. Ocurrió algo malo”. “¿A qué te refieres? ¿Le pusiste lo que te di?”. “Sí. Hice lo que me dijiste. Le puse todo en la bebida”. “Espera un minuto. ¿Le pusiste todo el frasco?”. Tuvo que ir a revisar. Entraron juntos en el motel y fueron a la habitación siete. En la cama, sin vida, yacía el blanco que ella debía cogerse. Iceberg dijo: “Tienes razón. No se ve bien. ¿Qué diablos hiciste?”. Entonces, llamó a un amigo médico que estaba cerca. El médico entró, revisó bien al tipo y les dijo lo que era obvio: “Slim, el tipo está muerto”. “Dios mío, papi. Por Dios, ¡no! Lo matamos”. Él le dijo: “Tranquilízate. Nosotros no hicimos nada. Tú mataste a este tipo”. Luego, sacó el maletín de abajo de la cama y lo abrió. Estaba repleto de dinero, más del que jamás habían visto. Iceberg tomó un poco y se lo dio al médico, quien se fue discretamente. “Déjame pensar, perra. Puedo solucionar esto. Sé a quiénes puedo llamar. Pero, si los llamo, les deberé un favor muy grande”. “Por favor, papi. No quiero ir presa”. “Yo tampoco. ¿Podrías callarte?”. Hizo una llamada. Murmuró un rato al teléfono y luego colgó. Ella caminaba de un lado al otro, mientras que él esperaba tranquilo. De repente, se detuvo una camioneta en la puerta. Se bajaron dos hombres con una alfombra. Extendieron la alfombra sobre el piso y arrojaron el cuerpo sobre ella. Enrollaron el cuerpo como un burrito y lo metieron dentro de la camioneta. Cuando volvieron, Iceberg volvió a abrir el maletín, les dio dinero y dijo: “Más tarde los llamaré”. Respondieron: “No. Nosotros te encontraremos”. “Como digan”. Y los hombres se fueron. “Por Dios, papi. Dios mío”. “Tranquilízate, perra. Debemos largarnos de aquí. Baja y busca el auto. Debemos salir separados”. Ella bajó y buscó el auto. Iceberg tomó el maletín, esperó unos minutos, miró por la ventana y bajó con ella. Ambos se subieron al auto y se fueron. Ella estaba destrozada. “Hicimos una cagada…”. “Ya te lo dije. No hicimos nada. Tú lo mataste, y yo me deshice del problema. Ahora compartimos un secreto, ¿sí? Sé que yo no diré nada. ¿Y tú?”. “No, no diré nada”. “No te preocupes. Debes quedarte conmigo hasta que todo se tranquilice”. “Sí. Está bien. Bueno”. Ese fue el engaño.

Así funciona esa mierda. ¿Entendieron? La puta ya no daba más. Había llegado a las 498 cogidas, pero trabajó seis meses más para Iceberg. Debe de haber hecho 200 trabajos más. ¿Lo entienden? Es una porquería. Lo más cruel es que el tipo muerto ni siquiera estaba muerto. Era un amigo de Iceberg que se hizo el dormido. El médico no era tal. Era un carnicero con una bata blanca. Los tipos que llegaron en la camioneta eran de una compañía de mudanzas. Iceberg se había comprado un apartamento nuevo. En cuanto al maletín con dinero, siempre le perteneció a Iceberg. Era el dinero que obtuvo de esas mujeres. Fue un engaño muy cruel. Ese es el manifiesto capitalista de mierda, y por eso me fui a Sudáfrica. Así que ahora compartimos un secreto.

[“Revelations”] ♪ And “cc” a central bank ♪ ♪ Loose change body slamming Big money tanks ♪ ♪ We tell God thanks ♪ ♪ Ya’ll tellin’ us that God don’t rank ♪ ♪ That’s why your breath stank, yuck! ♪ ♪ Lay off the bacon and the smokes ♪ ♪ Quit laying off the good working folks ♪ ♪ Quit the hoax ♪ ♪ And lay off the corny color jokes ♪ ♪ Corn chili to populate A color is woke ♪ ♪ Ya big dope, yuck! ♪ ♪ Keep ’em out your face Keep ’em in your prayers ♪ ♪ Either that Or keep ’em in the crosshairs ♪ ♪ Better still Keep an even dose of each ♪ ♪ ‘Cause until you get justice You won’t get peace ♪ ♪ Peace, peace, peace, peace, peace ♪ ♪ The gunshot that said ba-da-da-day ♪ ♪ Ba-da-da-da-da-day ♪ ♪ Ba-da-da-da-da-da-day, hey! ♪ ♪ They shout peace, peace, peace ♪ ♪ They shout peace, peace, peace ♪ ♪ The firefight lit, ba-da-da-day ♪ ♪ Ba-da-da-da-da-day ♪ ♪ Ba-da-da-da-da-da-day, hey! ♪ ♪ Rumors and rumors and rumors of war ♪ ♪ Can I get better? Don’t know what that’s for ♪ ♪ And more ♪ ♪ Rumors and rumors and rumors of war ♪ ♪ Killers just killing Don’t know what they kill for ♪ ♪ And more ♪ ♪ Rumors and rumors and rumors of war ♪ ♪ Can I get better? Don’t know what that’s for ♪ ♪ And more ♪ ♪ Rumors and rumors and rumors of war ♪ ♪ War ♪ ♪ Revelations ♪
Don’t stop. Keep on.
I’m rich, beyotch!

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